Cuando hice el Diplomado en Gestión y emprendimiento me propuse que todas las semanas escribiría en mi blog y la verdad es que no siempre lo hago, pero he tratado de ser más que regular y se me viene a la mente el como cumplimos nuestras promesas, como ofertamos, como pedimos disculpas si no cumplimos nuestros compromisos y como definitivamente nos podemos adelantar a lo que un cliente a quienes queremos fidelizar como clientes poder SATISFACER.
Hoy, me enfrenté, al tema como modificar mi oferta a un potencial cliente que ante sus requerimientos mis condiciones y valor le traian problemas u objeciones para comprarme el servicio.
Se me vino a la mente varias cosas, ganar y ganar, ganar -perder, perder-perder, perder -ganar; no recuerdo mucho como eran estas relaciones para explicarlos, pero sí que eran términos para la negociación y el tema fue, ponerme en la posición de ganar yo y que ganara el cliente, como adaptarme a lo que él quería y como yo podía hacer una nueva oferta que pareciera más barata para mi , pero que cumpliera lo que el cliente desea pero en conformidad a mi deseo de no perder económicamente.
Cosa diferente me pasó en otra oportunidad un pequeño de 7 años, amante de los anfibios , presionaba a su padre para que lo llevara a conocer ranas al lugar que fuera , en santiago, en el sur, etc..
Cuando el padre vió un afiche más que artesanal que tenemos repartidos en negocios de nuestros amigos, en un taco de vehiculos, vió una peluquería y vió la fotografía de una rana y que decía ¡visitanos!, quedó intrigado y se decía ¿podría ser que tendría el lugar donde llevar a su hijo?
La odisea nos la contó cuando él ,su esposa y padre, llegaron con su adorado hijo y nieto a nuestro criadero.
El pequeño habló muy poco, dijo que le gustaron verlas y que quería una ranita o pareja de ranas para tenerlas en su casa, el tema es que las condiciones que hemos probado eran muy dificiles para ello, el tema era salvoguardar que la venta permitiera que el pequeño pueda tener vivo por mucho tiempo su mascota, sin embargo el padre vio nuestra produccion de lombrices californiana, se volvió esto una conversación que duró una hora, y la sorpresa fue , el padre compró un núcleo de lombrices californianas, llegaron a nuestra caja $20.000 por una visita a ver ranas chilenas, motivado por un niño de 7 años.
Ahí fue respuesta a un pedido, jamas oferté la venta de lombrices, sin embargo el tema de escuchar, que tuvo lombrices, que se escaparon que estaba haciendo compost, permitió la oferta de un nucleo y un valor que le convenía para él y para mí. Ahí yo gané , sin mucho esfuerzo y sin temer perder.
